Cultiva la discrepancia de resultados

Por ESTUDIOE

Cultiva La Discrepancia De Resultados

Tiempo de Lectura: 12 min.

Cuando empezamos un negocio (por lo menos en mi caso) me he encontrado varias veces haciéndome la misma pregunta.

¿Hoy trabajé lo suficiente?

¿Lo que entregué fue lo suficientemente bueno para mis clientes?

¿Cobré lo suficiente para que también pueda vivir una vida holgada?

¿Cobré lo suficiente para que el cliente no se le haga caro y me deje de pedir hacer proyectos?

Y así me puedo seguir…

El punto es que yo creo que culturalmente estamos envueltos inconscientemente en la cultura del “trabajo duro” y estamos tan empapados que la tomamos como una realidad en nuestra vida y en nuestros negocios.

Si no trabajamos lo suficientemente duro, no tendremos lo que queremos.

Y por mucho tiempo creo que esto fue una realidad.

Pero ahora creo que solo es una realidad a medias y te explico por qué.

¿Qué se te hace más importante? ¿Trabajar duro en algo o trabajar inteligentemente?

Cuando nos hacemos esta pregunta también caemos en una realidad a medias. ¿Qué es trabajar inteligentemente?

Hace poco estaba escuchando uno de los mejores podcasts de Naval Ravikant y dijo algo que me hizo completamente sentido.

“Lo que va a determinar los resultados en tu vida no es qué tan duro trabajes, ni qué tan inteligentemente trabajes, sino que todos los días elijas correctamente en qué trabajar.”

Cuando escuché eso, para mi fue como un momento ¡Eureka! ¡Eso es lo más importante!

De nada sirve que siga haciendo cosas todo el día, sin descanso, más eficiente, mucho mejor, si al final del día es algo que no me va a ayudar a alcanzar mis objetivos.

O tal vez sí me ayude, pero ¿en cuánto tiempo? ¿A qué costo? ¿Con qué habilidades?

Por eso creo que es importante hacer un alto en seco y hacer un zoom out como lo platiqué en un post en linked in.

Analizar si lo que estoy haciendo me está llevando a donde quiero y cuál es el costo que debo de intercambiar.

Otro de los puntos importantes en los que he reflexionado últimamente es que ninguna persona que pueda generar riqueza que lo exceda con relación a su trabajo (ósea que sus resultados sean extremadamente desproporcionados al trabajo que hace).

Para explicar lo que se me ha quedado atascado en la cabeza desde hace algunas semanas, vamos a tomar prestada la frase del gran Arquímedes: 

“Dame un punto de apoyo y moveré al mundo”

Arquímedes

Entonces siguiendo el mismo pensamiento de Arquímedes, ¿cómo puedo hacer yo para poder tener resultados sorprendentes en mi negocio o proyecto que no dependan de qué tantas horas trabajo diario ni de qué tanto me queme las pestañas o me rompa la espalda haciéndolo?

La respuesta está en este triángulo:

En la base comenzamos con la forma más antigua de apalancamiento que son las personas. 

Desde tiempos remotos sabemos que se utilizaba la labor de esclavos para poder hacer cosas maravillosas. (Así el que normalmente estaba a cargo, se podía “multiplicar” para lograr el propósito más rápido).

Bueno, en nuestros tiempos eso se llama empleo y la fuerza de trabajo es el apalancamiento de miles de empresas alrededor del mundo.

Este nivel de apalancamiento trae consigo sus problemas y sus beneficios pero en general tienes que desarrollar grandes habilidades para poder llevar una organización a niveles interesantes pero eso es tema de otra carta.

El siguiente nivel son las máquinas.

Una persona que vivió entre 1700 y 1800 te podría decir que las máquinas llegaron a cambiar la forma en la que se hacían las cosas y claro que causó un revuelo y un choque cultural y social. El boom de la industrialización estuvo basado en que las máquinas les daban más apalancamiento a los dueños de las industrias ya que podían producir más, a menor costo y con un margen de error limitado.

Algo que un humano cansado no garantiza.

No estoy diciendo que sea algo bueno o malo y me gustaría hablarlo de manera objetiva para no perder el enfoque pero claro que fue algo que cambió completamente a la sociedad.

El siguiente nivel es el del capital.

Piensa en un Warren Buffet, un Ray Dalio o un Charlie Munger. Son personas que con dinero se apalancaron para hacer más dinero. 

Este nivel de apalancamiento requiere un nivel de habilidades muy diferentes a los demás y te exige ser extremadamente cauteloso y estudioso para poder aprovechar los tiempos afortunados y las adversidades.

Y hasta aquí era donde normalmente la pirámide se quedaba hasta hace unos 100 años cuando las computadoras empezaron a ganar relevancia.

El siguiente nivel está compartido.

Por una parte tenemos a las empresas que se dedicaron a crear redes y software. Este tipo de apalancamiento no era considerado muchas veces una opción por las limitaciones de la tecnología hasta hace unos años.

Ahí fue cuando empezó la democratización de la riqueza.

Unos jóvenes sin graduarse podían crear una empresa en su garage con solo una idea, una computadora (más asequible que antes) y conocimientos de programación.

De pronto el nivel de apalancamiento para conseguir riqueza era tan grande que cumplía la máxima de Arquímedes de mover el mundo.

Tan es así que ahora no hay una sola persona en tu círculo social que no conozca Google.

Si conoces un Microsoft, un Apple, un Facebook, entonces sabes de lo que hablo. 

El software ha hecho más millonarios en los últimos 20 años que los demás niveles de apalancamiento en los últimos 100.

Hasta que surgió el otro nivel de apalancamiento.

Hasta hace algunos años (no tantos como el software), el contenido era una forma de apalancamiento de las grandes empresas para transmitir la información que querían (con dinero de por medio) y se hicieron extremadamente influyentes y ricas.

Ahora gracias a la tecnología esto también ya se ha democratizado y cualquier persona puede ser su propia empresa de medios.

A veces las personas no nos damos cuenta del poder que tiene esto porque la sociedad cambia más rápido que nuestros framework de pensamiento.

Recuerdo que hace 15 años seguía pensando que para poder tener un gran negocio, necesitaba de mucha gente que trabajara para mi.

Por fortuna ahora ya existen muchas formas de lograrlo y es gracias a estos diferentes niveles de apalancamiento.

Tan solo voltea a ver a los “Youtubers”. Algo que no existía como un término tan popular hace algunos años ahorita es lo que genera más ingresos que incluso negocios que llevan 40 años operando.

Por desgracia nosotros, los dueños de negocio, no nos hemos adaptado tan rápidamente y seguimos siendo consumidores en lugar de creadores.

No nos hemos dado cuenta en su totalidad de que el poder que antes tenían solo algunos, ahora lo tenemos literal, en la palma de la mano.

En esta época no importa si te gusta crear contenido, si tienes tiempo para hacerlo, si tienes la habilidad. El mundo no va a esperar. 

Si no sales en google muy probablemente tu negocio deje de existir.

Pero no lo tomes personal, no tiene que ver con que la sociedad esté en contra de nosotros.

Más bien nosotros tenemos que ver qué es lo que busca la sociedad, o más objetivamente, nuestro cliente que es parte de esa sociedad.

Entonces hay que adaptarse y convertirse en creador en lugar de consumidor. 

No necesitas ser el mejor o el más gracioso.

Satisface tu curiosidad y comparte tus hallazgos. 

Empieza un newsletter o una comunidad con la gente que comparte tus intereses.

Empieza con algo pequeño pero no dejes pasar esta oportunidad.

No dejes que sea muy tarde.

Usa el apalancamiento a tu favor.

Te lo dejo como una propuesta de acción para esta semana:

  1. Define qué forma de apalancamiento se adapta más a tu negocio o situación.
  2. Haz un plan de acción que tenga el mayor apalancamiento posible.
  3. Llévalo a cabo y haz cambios, llévalo a cabo y haz cambios, haz esto en un loop interminable.

Como diría Bruce Lee:

“No temo al hombre que conoce mil patadas sino al que ha practicado mil veces la misma”.

Bruce Lee

Cuando estés list@ hay algunas otras formas en las que puedo ayudarte:

  1. Comunidad EstudiosE: Si quieres mejorar en tus habilidades digitales para hacer contenido de manera sencilla, rápida y orgánica puedes formar parte de la comunidad donde te enseñaré de manera clara y objetiva a hacer crecer tu negocio de forma digital. Encontrarás cursos cortos y accionables donde aprenderás cómo crear contenido constantemente, cómo monetizarlo y cómo hacer que vendas más.
  2. Coaching 1-1: te ayudo a hacer crecer tu negocio de manera más personal atendiendo las necesidades específicas de tu negocio. 

 

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